Mi nombre es Maribel Álvarez Ovilla, soy originaria y tengo mi domicilio en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Estudié mi bachillerato en la Escuela de Técnicos en Contabilidad y Administración ( ETCA) posteriormente ingresé a la Facultad de Contaduría y Administración, de la Universidad Autónoma de Chiapas ( UNACH ), en ese entonces trabaja por las mañanas en un despacho contable y por la tarde estudiaba en la UNACH, al terminar mis estudios de contaduría continué trabajando en empresas particulares, ingresé al Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Chiapas y después al sistema de Telebachillerato, que es donde me encuentro actualmente. Para ingresar no fue nada fácil, ya que durante dos años de intento al fin lo logré. En ese año se aperturaron 30 Telebachilleratos en diferentes lugares del estado de Chiapas. A mí me designaron para ir a fundar la escuela de Telebachillerato No. 40 ubicado en el Municipio de Amatán, Chiapas; que estaba a una distancia de nueve horas en camión, tenía uno que entrar por Teapa-Tacotalpa-Tapijulapa lugares pertenecientes al estado de Tabasco y después llegar a Amatán. Los primeros días ya me quería regresar pero conforme fueron pasando los días me fui acostumbrando a estar fuera de mi casa, de mi familia, tenía que adaptarme al nuevo estilo de vida. El hecho de iniciar una nueva actividad me impulso para buscar mucha información, ampliar mis conocimientos, aprender de las experiencias de otros docentes para impartir mis clases y desempeñar bien mi trabajo.
Desde muy pequeña ya existía esa espinita de ser maestra. Mi padre era maestro de Nivel Primaría
Como profesora me siento muy orgullosa de poder transmitir conocimientos y experiencias a mis alumnos, que servirán de base para su desarrollo personal en su vida diaria, en su conducta, en inculcarles valores que deben de poseer como individuos, en propiciar cambios en su forma de pensar y de actuar. Pienso que ser profesora implica realizar nuestra labor con esmero y dedicación porque estamos moldeando a seres humanos que sienten piensan y razonan.
El ser docente de educación media es un reto mucho mayor porque trabajamos con adolescentes que se encuentran en ese proceso de cambios tanto físicos como psicológicos en donde no saben que es lo que quieren, en donde necesitan de alguien que los guíe en lo que deben de hacer, es la etapa donde se sienten incomprendidos por sus padres, en donde se dan las pandillas y se dejan influenciar fácilmente.
Estando dentro del magisterio he tenido motivos de satisfacción, cuando me percato que algunos de mis alumnos ya terminaron su carrera profesional y regresan a la escuela para saludarnos, lo cual indica que no pasamos desapercibidos cuando ellos estaban allí.
Los motivos de insatisfacción dentro de la docencia es que por más que lucha uno para orientar a los alumnos para que sigan estudiando, aun en estos tiempos se siguen casando a temprana edad de 16 años en adelante y ya no continúan con sus estudios, otra es que reciben becas de oportunidades y no le ponen empeño a sus estudios, sólo asisten para que no les quiten la beca.
Las generaciones de estudiantes ya no son las mismas que las de hace veinte años o más, recuerdo que cuando yo estudiaba, la mayoría de mis compañeros estudiaba y trabajaba y no había mucha deserción entre nosotros las escuelas se veían llenas de tanto estudiante.